Una celebración de Rossini y la música latinoamericana
Para su gala inaugural como director musical de la Filarmónica de Los Ángeles en 2009, Gustavo Dudamel puso el énfasis en su nueva orquesta, con el estreno mundial de City Noir de John Adams y la Sinfonía nº 1 de Gustav Mahler. 1 de Gustav Mahler (editado por Deutsche Grammophon en DVD, descargas de DG Concerts y como primer eVideo completo del sello). En este concierto, su segunda gala de apertura de temporada, ofrecida el 7 de octubre de 2010 en el Walt Disney Concert Hall, colabora con el cantante peruano Juan Diego Flórez -su íntimo amigo musical y uno de los principales tenores de nuestro tiempo- en un programa chispeante de arias y oberturas de Rossini y canciones y bailes populares latinoamericanos.
Gioachino Rossini, que se siente igual de cómodo en la tragedia que en la comedia, revolucionó la ópera italiana al crear un estilo personal y vivaz y unas formas que permitían el despliegue vocal sin comprometer el ímpetu teatral. Rossini explotó las glorias del bel canto -agilidad, notas altas aparentemente sin esfuerzo, fraseo sensiblemente controlado y pura belleza vocal- para lograr un poderoso efecto dramático, como intensificador de la emoción y expresión del carácter. En "Principe più non sei ... Sì, ritrovarla io giuro" (de La Cenerentola, 1817), Rossini retrata la pasión y la determinación de Don Ramiro, después de que Cenicienta le abandone en el baile, con fervientes fuegos artificiales vocales. El rey indio Idreno tiene poco que ver con la línea argumental principal de Semiramide (1823), pero "La speranza più soave" proyecta su alegría y ardor cuando finalmente se confirma que se casará con su princesa.
Las exigencias de la producción de obras para la escena obligaron a menudo a Rossini a reutilizar las oberturas, pero compuso oberturas originales y temáticamente conectadas para La gazza ladra (1817) y Semiramide. Han sido tan populares en las salas de concierto como admiradas en el teatro.
Con su brío rítmico y su inmediatez de expresión, las canciones y danzas latinoamericanas del siglo XX no están tan alejadas del mundo de la ópera rossiniana. Más conocida como Chabuca Granda, la cantautora peruana María Isabel Granda Larco escribió numerosas canciones de estilo vals, y el ardiente vals criollo "La flor de la canela" es como un segundo himno nacional de Perú. Esta versión de la canción fue arreglada para orquesta por Juan Diego Flórez, que de adolescente escribía canciones y tocaba la guitarra en los bares y cafés de Lima.
El cantautor mexicano Agustín Lara tuvo una carrera radiofónica de gran éxito, desde 1930, que ayudó a difundir su música por todo el mundo. Una de las varias canciones suyas en las que rinde homenaje a ciudades y lugares de España, "Granada", fue un éxito temprano, con una letra que invita a las referencias flamencas.
José Pablo Moncayo incorporó tres huapangos tradicionales de Veracruz en su propia destilación orquestal de ese baile. Orquestado con gran colorido, con énfasis en los instrumentos típicos del estilo veracruzano e impulsado por el distintivo ritmo del huapango, Huapango se ha convertido en un clásico perdurable.
María Grever nació en México, pasó gran parte de su infancia en España, estudió música en Francia (con Debussy, entre otros) y vivió la mayor parte de su vida adulta en Nueva York tras casarse con un ejecutivo petrolero estadounidense. Escribió cientos de canciones de muchos estilos, pero es más conocida por boleros como el intensamente romántico "Jùrame".
El músico venezolano Pedro Elías Gutiérrez dirigió una banda al estilo de Sousa en Caracas durante 43 años y también compuso numerosos bailes populares. Se le conoce sobre todo por "Alma llanera", un aria en el estilo del joropo, de su zarzuela del mismo nombre de 1914.
El compositor de origen mexicano Arturo Màrquez se ha inspirado en la música vernácula para componer una serie de danzones, una danza de origen cubano muy popular en México, especialmente en la región de Veracruz. Su popularísimo Danzón nº 2 para orquesta completa, estrenado en Ciudad de México en 1994, pone el broche de oro a este programa de gala.
John Henken
11/2010